Vivir en modo Cherogá es habitar con intención. Es elegir cada pieza no solo porque es linda, sino porque tiene algo que decir.

Porque te representa, te acompaña, te calma o te inspira.

 

Y no hace falta tener todo resuelto. A veces, basta con empezar por un gesto simple: mover una silla, encender una vela, cambiar el agua a las flores. Esos pequeños actos cotidianos también son una forma de diseño: diseñar tu manera de estar.