Acá te compartimos algunas ideas que pueden ayudarte a empezar:

Observate: ¿Qué te hace sentir en calma? ¿Qué te inspira? ¿Qué colores, texturas o materiales te abrazan?

Elegí desde el amor: No por moda, no por obligación. Que cada cosa que entre en tu casa tenga un “sí” del corazón.

Valorá lo hecho a mano: Lo artesanal guarda alma, tiempo y mirada. Es una forma de conectar con algo más profundo.

Permitite cambiar: El estilo es movimiento, y vos también cambiás. Tu casa puede ir acompañando tus procesos.